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CONCIERTO
Música original para guitarra y clave de compositores Latinoamericanos de los siglos XX y XXI
PROGRAMA
SIGLO XX
Manuel María Ponce
México (1882-1948)
Preludio (1936)
Allegro non troppo, piacevole
Sonata para guitarra y clavecín (1926)
I. Allegro moderato
II. Andantino
III. Allegro non troppo e piacevole
SIGLO XXI
Jaime Zenamon
Bolivia/Brasil (1953)
To Brazil and Bach! (2021)
Marcos Pablo Dalmacio
Argentina/Brasil (1981)
Preludio, Canto y Danza, Opus 21 (2021)
Notas de Programa
La combinación instrumental de guitarra y clave puede parecer, a primera vista, extraña, por lo inusitado de la propuesta, pero al escuchar los primeros compases de una obra con estos sonidos, rápidamente aceptamos la sutil e interesante mezcla de sonoridades que se produce. El carácter incisivo del clave puede ser secundado por la guitarra de manera similar, pero también ella puede contraponer un sonido cálido y denso, utilizando el recurso del vibrato y las posiciones más altas del instrumento. De modo que de esta combinación podemos obtener tanto momentos de complementariedad como de contraste, y cada uno de ellos con diversas gradaciones.
El programa consta de cuatro obras, dos escritas en las primeras décadas del siglo XX y dos compuestas en el siglo XXI, más precisamente en el año 2021, especialmente para contribuir con este repertorio en el proyecto para IBERMÚSICAS.
Preludio – Manuel Ponce
Originalmente, Ponce escribió el Preludio en Mi mayor para guitarra sola, que sería atribuido (por idea de Segovia) a S. L. Weiss (1686-1750). La obra data de 1931, y unos años más tarde, precisamente en 1936 por ocasión de la boda de Andrés Segovia con la pianista Paquita Madriguera, Ponce compuso una parte de clave para su antiguo preludio, como obsequio para la pareja. Segovia le escribe a su amigo el 22 de marzo de ese año, diciéndole que ha recibido la obra:
Has tejido una exquisita tela contrapuntística alrededor de tu antiguo Preludio, tan amado por Falla. Pruebas los inagotables recursos de tu siempre juvenil imaginación, creando ese segundo cuerpo para aquella obrita, tan perfecto, que casi podría tener vida independiente. Y sin embargo el ajuste entre los dos es admirable, hasta el punto que ya son dos mitades de un ser indiviso. Yo renuncio en adelante a él en provecho único de la guitarra, y espero las otras partes de la Suite para constituir un nuevo aspecto de la vida musical de mi instrumento. Es el mejor regalo de boda que Paquita y yo hemos recibido. Nos sirve a los dos al mismo tiempo y el usarlo nos produce un placer inefable. Si nos mandas la Suite completa, no sería extraño que empezáramos a ahorrar para adquirir un clave. Tocar una obra tuya es suficiente razón para ello.
Sonata – Manuel Ponce
Ponce estudió composición en París en la clase de Paul Dukas, de 1925 a 1933, de manera que esta sonata fue escrita durante su estancia en Francia, donde solidificó los lazos de amistad que lo unían a Andrés Segovia, para quien escribió un importante corpus de obras para guitarra.
Compuesta en 1926, esta es la primera obra escrita para esta combinación instrumental (existen obras del siglo XVIII, aunque en ese caso la guitarra era un instrumento bastante diferente en sonoridad y posibilidades a la guitarra moderna). Esto es resultado del notable renacimiento que en los años 20 experimentaba no solo la guitarra sino también el clave, principalmente debido a los notables esfuerzos de Andrés Segovia (1893-1987) y Wanda Landowska (1879-1959). El compositor español Manuel de Falla fue el primero a escribir dos importantes obras maestras para ambos instrumentos, en 1920 su Homenaje a Debussy, para guitarra, y entre 1923 y 1926 su Concierto para clavecín dedicado a Landowska. A partir de entonces, más compositores se interesaron en escribir música para estos instrumentos, pero sería Manuel Ponce el primero a combinarlos en una obra, con su Sonata para guitarra y clavecín.
La obra combina de manera magistral armonías del impresionismo francés, con el contrapunto barroco (no son pocos los pasajes en imitación canónica, por ejemplo) y en el segundo movimiento, estas armonías no le impiden de evocar una atmósfera mexicana, que asociamos a una especie de antiguo canto azteca. Se trata de una de las más bellamente logradas obras de Manuel Ponce.
To Brazil and Bach! – Jaime Zenamon
A finales del año 2020 comisioné al maestro Jaime Zenamon la composición de una obra para guitarra y clavecín, para formar parte del proyecto de música de cámara latinoamericana para clave presentado a Ibermúsicas. Y a comienzos de 2021 la obra estaba finalizada. Inspirado en el tipo de sonoridad propuesta por la instrumentación que rápidamente remite al período barroco, y el hecho de ser nacionalizado brasileño y vivir en el país durante muchos años, hizo surgir la idea de la obra. En las palabras del propio compositor:
En 1999 fui invitado a un homenaje en New York brindado a mi obra y persona. En esta ocasión, entre mi regencia, masterclasses y ejecuciones de mi obra, en el cartel que anunciaba varios eventos, estaba escrito “To Brazil and Bach” (juego de palabras que quiere decir “a Brasil de ida y vuelta”, porque la palabra Bach en inglés se pronuncia “Back” (vuelta).
Cuando recibí honorablemente la invitación para escribir esta obra para clave y guitarra, tuve la idea de usar elementos brasileños y al mismo tiempo el mismo juego de palabras, añadiendo elementos de contrapunto y fuga, que eran la firma inconfundible del gran Maestro J. S. Bach; inclusive tuve el coraje para plagiar algunos temas, siendo muy claramente el preludio n° 1 en Do, del libro “El Clave bien temperado.” Y resultó, en mi opinión, una obra que combina estos elementos folclóricos sudamericanos con elementos muy barrocos, de una forma seria pero también un poco humorística, jugando con las notas.
Preludio, Canto y Danza – Marcos Pablo Dalmacio
Esta obra también fue concebida pensando en integrar el programa del proyecto con música latinoamericana original para la combinación, cuyo repertorio, hasta el año de 2021, y en mi conocimiento, solo consistía en las obras de Manuel Ponce y el Concierto del Plata de Abel Carlevaro.
Pensando originalmente en componer tres danzas, la concepción de la obra fue evolucionando hasta la estructura final presentada aquí. En primer lugar, escribí la danza, con reminiscencias de malambo, donde hay citas de dos obras de Alberto Ginastera: la Sonata para guitarra opus 47 de 1976, y el Malambo para piano de 1940. Pero lo que acontece aquí es que las identidades están trocadas, es el clave el que presenta las diversas citas de la obra para guitarra, y es esta última quien cita los trechos de la obra para teclado; las citas se van sucediendo de manera cada vez menos espaciada y llegan a combinarse justo en el momento en el que cada instrumento ejecuta lo que fue concebido originalmente para él.
Luego compuse el canto, que tiene un aire de milonga, que transcurre sobre un bajo cromático, casi a la manera de una pasacaglia. En esta pieza se da el contraste entre la simplicidad de la melodía del canto, con el tejido armónico y contrapuntístico que lo envuelve.
La danza y el canto fueron compuestos en junio de 2021, y el preludio que inicia la obra, en septiembre. El preludio comienza como una improvisación de la guitarra, y luego van surgiendo de manera variada, los motivos principales que se escucharán en los movimientos siguientes.
Aunque cada movimiento podría interpretarse individualmente, como conjunto se tocan sin solución de continuidad.
De esta manera, a la primera obra original de Manuel Ponce, la importante sonata para guitarra y clave, seguida por su adaptación del preludio previamente compuesto para guitarra, fueron adicionadas dos nuevas obras para esta combinación instrumental, ambas compuestas en 2021.
Agradecimientos:
A Ana Paula Segurola, Nives Dearmas y Laura Dearmas por la invitación para formar parte de este proyecto y contribuir entre todos a contar una parte del significativo legado pasado y presente de la música para clave en el continente americano.
A Adriana Jarvis y Mauren Frey por la voluntad y alegría para participar de este proyecto, aunque por razones de fuerza mayor no se haya podido concretar como planeado.
A Guilherme Amaral por la disposición y entusiasmo para llevar a cabo el proyecto estupendamente.
A la Universidad del Estado de Santa Catarina (UDESC), Florianópolis, Brasil, que facilitó sus instalaciones y el clavecín para realizar la grabación del concierto.
A los profesores Mauricio Zamith y Marcos Holler, de la universidad, que hicieron posible la realización de este trabajo.